martes, 13 de septiembre de 2011

Pequeña.

¿Qué te ocurre, pequeña? Te veo rota por dentro. No te tienes en pie. Dime, pequeña, dime quien te ha hecho esto. ¿Quién ha rasgado tus ilusiones de esa manera tan cruel? No, no llores. No creo que merezca llorar. Ven, deja que te seque las lágrimas con ese pañuelo. Así está mejor. No pienses más. Es duro, lo sé, dímelo a mí. Pero no debes permitir que nadie te haga esto. Ni ahora ni nunca, ¿de acuerdo? Y ahora, pequeña, escucha. ¿Me creerías si te digo que hay alguien protegiéndote, mirando todo lo que haces, como un ángel guardian?
Criatura, yo soy tu ángel guardian. Puedes pensar que no siempre estoy contigo, pero no es verdad. Siempre estoy contigo, en algún lugar de tu corazón, siempre estoy ahíi. Y por esta razón no debes tener miedo. Nunca estarás sola. Yo estaré ahí por si alguna vez estás triste. Lo sé, puede parecerte injusto que yo pague lo que otros hacen, pero no me importa. No me importa que siempre vengas corriendo a mí con lágrimas en los ojos.
Y ahora, hazme la pregunta que tienes en mente: ¿Por qué? ¿Por qué hago todo esto? Vaya, ¿es tan difícil de imaginar?
Porque te amo, pequeña.

No hay comentarios:

Publicar un comentario